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Habla con los adolescentes sobre el fentanilo

Los amigos son muy importantes en la vida de los adolescentes, pero aun así buscan tu consejo. Háblales sobre los riesgos de las pastillas falsas y el fentanilo. Porque para ellos, tú eres el experto.

Guardian speaking to teen in a kitchen.

Lo que
necesitas saber 

Todos podemos ayudar a las personas que nos importan a mantenerse a salvo. El primer paso es entender cómo el fentanilo ha cambiado el mercado ilegal de drogas. Antes de hablar con tu adolescente, conoce los hechos sobre el fentanilo. 

illustration of guardian talking to teen on couch.

En 2023, el 83% de todas las muertes por sobredosis en Washington estuvieron relacionadas con opioides como el fentanilo. 

El fentanilo no tiene un aspecto, sabor ni olor que permita reconocerlo. 

El fentanilo legal (regulado) se utiliza en entornos médicos para controlar el dolor durante cirugías importantes o tratamientos contra el cáncer.

El fentanilo fabricado ilegalmente puede presentarse en forma de polvo, pero muchas veces se prensa en forma de pastillas. Estas pastillas falsas se ven como medicamentos recetados reales. 

Algunas personas han sufrido una sobredosis por accidente al creer que habían tomado OxyContin, Adderall, Percocet o Xanax. 

Las pastillas falsas con fentanilo se venden por internet, especialmente en redes sociales. 

El fentanilo ilegal es impredecible. Cualquier cantidad, por pequeña que sea, puede causar una sobredosis o la muerte.

QUÉ DEBES HACER

Elige un momento y un lugar en el que ambos puedan conversar sin interrupciones. 

Piensa en los viajes en coche, las comidas y otros momentos de la vida cotidiana.

Haz preguntas abiertas y escucha con atención.

De hecho, busca escuchar más de lo que hablas. Evita dar un sermón.

Mantén la calma y no juzgues.

Nada acaba una conversación más rápido que sentir que nos están juzgando.

Evita las tácticas intimidatorias, éstas no funcionan.

Sentir miedo impide aprender nueva información. Céntrate en ser una fuente de información.

Dile lo mucho que te importa.

Los adolescentes necesitan saber que estamos teniendo esta conversación porque les amamos.

Haz que sea una conversación continua.

Varias conversaciones cortas funcionan mejor que una "gran conversación". Sigue informándote y compartiendo información.

Guardian talks to teen in car.

QUÉ DECIR

“¿Has escuchado hablar de una droga llamada fentanilo? ¿Qué has escuchado?"

Por qué: Puedes enterarte de lo que han escuchado y compartir lo que sabes.

"Leí un artículo/vi un video/escuché un informe sobre el fentanilo y quería hablar contigo sobre eso". 

Por qué: Una noticia reciente puede ser la excusa perfecta para sacar el tema y compartir información.

"Sé que podría parecer seguro tomar las pastillas de alguna amistad – o incluso de una persona adulta – pero pueden provocar una sobredosis o la muerte".

¿Por qué?: Puedes explicarle los riesgos reales de las pastillas falsas y establecer expectativas con tu hijo adolescente acerca de que sólo tome medicamentos que le hayan sido recetados y recogidos en una farmacia.

"¿Conoces a alguien que pueda estar experimentando con pastillas? Quiero que sepas cómo ayudarles en caso de una emergencia".

¿Por qué?: Puedes compartir información sobre los signos de una sobredosis, cómo utilizar la naloxona y cuándo llamar al 911.

"Si alguna vez  tienes preguntas sobre el fentanilo – o sobre cualquier droga – habla conmigo. Es mi trabajo ayudarte y velar por tu seguridad y salud".

¿Por qué? Los adolescentes necesitan saber que pueden acudir a ti si tienen preguntas y que estarás ahí para ayudarles.

Enseña a los adolescentes técnicas de rechazo

Elijan una o dos formas para decir que no a las drogas y practíquenlas juntos. Así, los adolescentes sabrán cómo responder si en algún momento sienten presión para consumir drogas. 

Guardian shows photo to a teen, they are sitting on a couch.

Envía una señal

Acuerda una palabra clave que tu adolescente pueda enviarte por mensaje o llamada para que vayas a recogerlo de inmediato.

Echar la culpa a otros

"Me castigarían de por vida si mis padres (o cuidadores) se enteraran."

Ofrece una alternativa

“Prefiero ir a comer algo.”

Pon una excusa

“No puedo. Mañana tengo un examen gigante.” 

Sé honesto

“No, gracias. No me interesa.”

Evita la situación

Evita ir a lugares donde es probable que haya drogas. 

Preguntas frecuentes 

Los opioides son un tipo de droga usada para controlar el dolor. Los opioides legales (regulados) suelen recetarse después de una cirugía o una lesión o durante tratamientos contra el cáncer. Los opioides ilegales (no regulados) se venden en internet o en la calle. 

Los opioides actúan uniéndose a receptores nerviosos del cerebro, la médula espinal y otros órganos. Uno de sus efectos secundarios puede ser la respiración lenta.

Además, pueden generar dependencia. 

El fentanilo es un opioide potente y de acción rápida. Es hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina.

El fentanilo legal está regulado. Se usa en hospitales o se vende bajo receta médica para tratar el dolor.  

El fentanilo ilegal no está regulado. Es extremadamente impredecible y su potencia puede variar según quién lo elabore o el lote específico. Suele venderse en pastillas, aunque también existe en polvo. Puede mezclarse con otras drogas como cocaína o MDMA, o elaborarse imitando la apariencia de otro medicamento recetado.

De hecho, una persona puede entrar en contacto con el fentanilo sin buscarlo de manera activa, al tomar una pastilla falsa que parece Adderall, Xanax, Percocet u otro medicamento. 

El fentanilo no tiene un color, sabor ni olor que permita identificarlo. Puede parecer blanco, blanco amarillento o marrón, similar a la heroína, la cocaína o las pastillas prensadas.

Las pastillas falsas que contienen fentanilo pueden tener distintos colores, según el medicamento que intentan imitar. 

No se puede saber si una pastilla o polvo tiene fentanilo solo con mirarlo, probarlo u olerlo. Tampoco es posible saber si una pastilla es real o falsa, a menos que la consigas directamente en una farmacia.

El fentanilo tiene muchos nombres. Algunos comunes en inglés son: blues, fent, fenty, fetty, mexis, M-30s, 30s, percs o skittles. Incluso si una pastilla o polvo no lleva el nombre "fentanilo", igual puede contenerlo. 

El fentanilo ilegal es peligroso, pero los expertos coinciden en que no puedes tener una sobredosis solo por tocarlo. Las sobredosis ocurren cuando el fentanilo entra al cuerpo (por ingestión, inhalación, inyección, etc.) y llega al torrente sanguíneo. 

Alguien puede estar teniendo una sobredosis si:

  1. No puede despertarse, incluso si lo llamas por su nombre o lo sacudes con firmeza.
  2. Respira muy lentamente o no respira.
  3. Se está poniendo azul, gris o morado, sobre todo en los labios y las uñas.
  4. Tiene un aspecto pálido o la piel fría al tacto.

Si crees que alguien está teniendo una sobredosis, llama al 911 de inmediato y administra naloxona. La ley del Buen Samaritano del estado de Washington los protege a ambos frente a posibles cargos por posesión de drogas.

Aprende a reconocer los signos de una sobredosis y qué puedes hacer para ayudar. 

Algunos adolescentes consumen fentanilo de forma intencional. Pero muchos otros lo hacen sin saberlo, al tomar pastillas falsas creyendo que son medicamentos recetados como OxyContin, Adderall, Xanax o Percocet. 

  1. Salud mental – los adolescentes que enfrentan estrés, ansiedad, depresión o dolor emocional pueden buscar pastillas para automedicarse. Es común que consuman estas drogas a solas.
  2. Dolor físico – si tienen una lesión o algún dolor, algunos adolescentes pueden buscar pastillas para automedicarse.  
  3. Presión social – algunos prueban drogas en fiestas o reuniones, rodeados de amigos que están bebiendo o consumiendo otras sustancias.

La naloxona, también conocida como Narcan, es un medicamento que revierte las sobredosis de opioides y puede salvar vidas. Está disponible en forma de aerosol nasal o inyección intramuscular. 

Cualquiera. Es fácil de usar, segura y legal. 

  1. Fácil de usar – no necesitas entrenamiento especial. Solo lee las instrucciones de la caja o mira este video
  2. Segura – si la administras a una persona que no tomó opioides, no le hará daño. Si la persona tomó opioides, la naloxona le puede causar síntomas de abstinencia como dolor, fiebre, irritabilidad o náuseas. Pero le salvará la vida. La naloxona no genera adicción.
  3. Legal – existe una orden que aplica en todo el estado de Washington y permite a cualquier persona conseguir, portar y usar naloxona. Esta orden también facilita el acceso a la naloxona gratuito o de bajo costo con seguro médico. La naloxona también se puede comprar sin receta medica en farmacias como Rite-Aid, Walgreens o CVS. Cuesta entre $40 y $50. En muchas comunidades, además, hay formas de conseguirla gratis.

Encuentra un lugar cerca de ti para obtener naloxona

La naloxona bloquea los efectos de los opioides y revierte una sobredosis para que la persona recupere la conciencia. No tiene ningún efecto en personas que no hayan consumido opioides. Tampoco sirve para revertir los efectos de otras drogas o del alcohol. 

La naloxona empieza a actuar de inmediato. Si administras naloxona y no ves respuesta en 2 o 3 minutos, administra otra dosis de naloxona. El efecto de la naloxona puede durar entre 30 y 90 minutos. Por eso, es importante llamar a un servicio de emergencias médicas y quedarse hasta que llegue la ayuda. Una persona puede volver a tener una sobredosis si la naloxona deja de hacer efecto antes de que reciba atención médica. 

Sí, la naloxona funciona con el fentanilo. De hecho, es la mejor forma conocida de revertir una sobredosis por fentanilo. Como el fentanilo es tan potente, puede que se necesiten varias dosis de naloxona para revertir una sobredosis. Espera entre 2 y 3 minutos entre cada dosis. Administrar varias dosis de naloxona a la vez no mejora ni acelera su efecto.

La naloxona solo revierte los efectos de los opioides. No revierte los efectos de otras drogas ni del alcohol.

La naloxona no tiene efectos secundarios. No puedes hacerle daño a alguien por administrarle naloxona, incluso si la persona no ha consumido opioides. Por eso, si crees que alguien está sufriendo una sobredosis, usa naloxona de inmediato. No le hará daño, pero sí puede salvarle la vida.  

En el estado de Washington, las leyes del Buen Samaritano protegen a quienes llaman al 911 por una sobredosis de opioides frente a posibles cargos por posesión de drogas. Antes de que existieran estas leyes, mucha gente evitaba llamar al 911 ante una sobredosis por temor a tener problemas legales. El objetivo de esta ley es que todos se sientan seguros de llamar al 911 si alguien necesita ayuda urgente por una sobredosis.